martes, 29 de junio de 2010

En cada latido.

No puedo remediar el pensar y pensar en tu cara, en tu voz. Te reconocería por la calle estando ciega solo por tu perfume. Recuerdo todo lo que pasamos juntos, lo que me dijiste y lo que hice. En todo lo que recordamos, en todo lo que follamos. En todo lo que nos quisimos en ese momento. Recuerdo tanto de tí que a veces pienso que sería mejor no haberte conocido nunca en mi vida, y ojalá nunca te hubieses interesado en mí. Ojalá yo nunca hubiese caído en tus manos, porque después, me rompiste en mil pedazos cual cristal estampándose contra el suelo. Ojalá todo hubiera sido diferente, y me muero de ganas por decirte esto a la cara y no tengo valor. No tengo valor a serte sincera. Me preguntas si te quiero y sólo soy capaz de mentirte, mentirte y decirte que no y, ¿por qué?
Por miedo a que te vayas, a que te rías de mí, a que sólo sepas decirme borderías y arrogancias como siempre. A que hagas como que no lo has oído. Pero me quema por dentro no tener el valor a decirte todo esto, me quema quererte en cada latido, en cada respiración y bocanada de aire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario